Carta abierta de recomendaciones y posicionamento de la sociedad brasileña para la COP15
En los últimos siete años, hemos estado vivido una escalada de violencia, muerte y represión de los pueblos originarios y la naturaleza. Los últimos cuatro años fueron los más trágicos de la historia brasileña, culminando en una crisis social, política, económica, sanitaria y ecológica que afectó sobre todo a los más empobrecidos. Luchamos activamente contra el retroceso, intentando detener a la “manada” que devastó la sociobiodiversidad brasileña. Hubo cientos de actos que flexibilizaron las normas ambientales, el desmantelamiento de los órganos de inspección y control ambiental, tasas récord de quema, privatización de Unidades de Conservación, persecución a organizaciones de derechos humanos y movimientos sociales, ataque y exoneración de funcionarios públicos. Todo esto dio como resultado un aumento de los conflictos socioambientales y agrarios y asesinatos de líderes y activistas ambientales, como fue el caso de Bruno Pereira y Dom Phillips.
No obstante, este escenario de destrucción fue rechazado por la mayoría de los brasileños. Luiz Inácio Lula da Silva fue elegido presidente de la República, incluso en un contexto caracterizado por innumerables episodios de fake news, uso de la maquinaria pública y compra de votos. Gana la democracia y la posición activa de los movimientos sociales.
Este nuevo capítulo nos permite mirar con esperanza el futuro del país. Pero para reconstruir se necesitan medidas urgentes de lucha contra el hambre, la pobreza y defensa de la sociobiodiversidad. Es necesario garantizar los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades tradicionales, los campesinos y agricultores familiares, especialmente a la tierra, el territorio y los mares. Brasil debe volver a tener un rol protagónico, como país megadiverso, en la generación de iniciativas que promuevan la diversidad biológica, los sistemas agrícolas tradicionales y el uso y gestión de estos recursos, aliados al conocimiento y la cultura de los pueblos indígenas, pueblos y comunidades tradicionales y agricultores familiares. Este recomienzo debe alejarse de la privatización de los bienes comunes y las iniciativas del capitalismo verde y la financiación de la naturaleza, pues sólo acumulan capital y excluyen a los pueblos de los
bosques, el agua y el campo.
Considerando que la sociedad civil debe participar activamente en esta reconstrucción, nosotros, mujeres y hombres, campesinos y agricultores familiares, pueblos indígenas, pueblos y comunidades tradicionales, comunidades quilombolas, científicos populares, movimientos sociales, sindicales y colectivos urbanos, conscientes de los temas que ser discutido en la COP 15, venimos, a través de esta carta abierta: a) a denunciar políticas y procesos en curso en Brasil que afectan nuestros territorios y la biodiversidad; y b) a expresar nuestra posición y recomendaciones, esperando un país social y ambientalmente justo.
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Acciones: Biodiversidad y Soberanía Alimentaria
Ejes: Biodiversidad y soberanía alimentaria
Tags: COP15,biodiversidad,organizaciones sociales,canadá